domingo, 7 de septiembre de 2008

Riesgos y oportunidades de las TIC

El concepto “brecha digital” se refiere a la enorme distancia que hay entre países ricos y pobres, en cuanto al uso de Internet y nuevas tecnologías se refiere. Por una parte, me parece que esta distancia digital refleja muy bien la diferencia entre ricos y pobres que tiene rostro de mujer no blanca. Por otra parte, los planes de los países que pretenden, en el papel, reducir esta brecha están muy lejos de hacerse realidad. Yo creo que, en realidad, la presunta libertad que nos venden los defensores de la red, es sólo una cortina de humo tras la que se esconde el billete verde del dólar. Hoy en día los grandes grupos son los que realmente controlan la red y no los individuos, como a veces se hace ver.

Yo creo, en la línea que siguió la intervención de Bill Gates en la Conferencia de Seattle, que para que los países pobres superen la brecha, no necesitan más ordenadores, sino una mejor sanidad y educación. Hay que ir al fondo de los problemas, porque la verdadera y primera brecha no es digital, sino económica.

¿No es irónico leer que la solución a todas las desigualdades sociales reside en dotar de equipos informáticos a los ciudadanos cuando un altísimo porcentaje de la población mundial vive con menos de un dólar al día, cuando en E.E.U.U. hay 44 millones de analfabetos funcionales y otros tantos tienen capacidad de leer y escribir limitada? Los problemas del planeta son serios y no están provocados por la falta de tecnología, sino por las políticas injustas y causantes de desigualdad.

Riesgos de las TIC:

1) Las TIC pueden ser una nueva plataforma que incremente las desigualdades sociales y económicas y cree un nuevo tipo de analfabetos, los informáticos.

2) Las TIC pueden convertirse en un nuevo sistema de control que hace más frágil la libertad e inexistente la confidencialidad de los ciudadanos. Este control se justifica con la existencia del terrorismo, pero es, en realidad, un arma de poder, porque la información es poder y fuente de dinero.

3) La red y el resto de las nuevas tecnologías sirven de plataforma al terrorismo y las nuevas mafias se aprovechan de ella para sus fines. Los gobiernos –que a veces aunque democráticos, no dejan de utilizar estrategias terroristas- utilizan primeramente las nuevas tecnologías para fines militares y policiales; la investigación tecnológica antepone estos intereses militares a las necesidades de los pueblos.

4) En la red hay de todo, también pornografía infantil y páginas neonazis. Todo esto con un acceso más fácil que antes para los niños y niñas. Será necesaria, por lo tanto, una educación en la responsabilidad.

5) Además la red es una plataforma para la piratería que, en realidad es una guerra declarada contra las grandes discográficas y la empresa del cine, que venden sus productos a precios desorbitados.


Oportunidades de las TIC:


Aún teniendo en cuenta estos riesgos, que ya existían antes de Internet, en otros formatos y menos acentuados, podemos encontrar bastantes aspectos positivos, que son los que deberían importarnos. Son, según mi criterio, los siguientes:

1) Las TIC ofrecen nuevas posibilidades de comunicación. El correo electrónico, los sistemas de conversación simultánea, el messenger y los chats, las videoconferencias, los foros y otros elementos incrementan las relaciones sociales y favorecen la comunicación. Es verdad que, a menudo, son relaciones virtuales con un cierto nivel de irrealidad, y que evitan el encuentro cara a cara. Desde luego, no es oro todo lo que reluce.

2) La red y las TIC en general ofrecen nuevos tipos de ocio: música, películas, vídeos, juegos en red.. Esto acelera el ritmo de difusión de la cultura. ¿Podríamos hablar de un proceso de democratización de la cultura?

3) Las TIC dan a conocer gran cantidad de información, más de la que cualquier persona es capaz de procesar. ¿Cómo seleccionar esta información? He aquí un interesante reto educativo. El mundo de los buscadores y la educación en valores nos podrán ayudar, pero es un hecho que la red es, hoy por hoy, la mayor biblioteca del mundo.

4) Yo creo que la red es un buen soporte para crear nuevas redes de solidaridad y nuevos cauces de colaboración entre ONG y otros movimientos sociales. Las TIC han estado muy presentes en los foros que plantaron cara a las cumbres de los países ricos. En palabras de Kofi Annan, “en la edad de la información, los medios electrónicos deben ser un vehículo para la paz, el progreso y la solidaridad.

5) Las TIC facilitan y hacen más cómoda nuestra vida. La tecnología se convierte en nuestro tercer brazo. Las TIC son una prolongación de nuestra inteligencia y nos ofrecen muchos servicios que ahora se pueden hacer desde casa y antes había que hacer físicamente (pagos bancarios, compras, pago de facturas de la luz...).

6) Las TIC facilitan el trabajo eficaz y favorecen el trabajo en equipo, así como el ahorro de costo, puesto que, poco a poco, muchas reuniones se irá celebrando por medio de una videoconferencia.
Profundizando en el concepto “brecha digital”:

La expresión de brecha digital hace referencia a la diferencia socioeconómica entre las comunidades que:
1. tienen Internet y aquellas que no;
2. según su capacidad para utilizar las TIC de forma eficaz debido a sus niveles de alfabetización y capacidad tecnológica;
3. que tienen acceso a contenidos digitales de calidad y las que no.

Mas que una brecha se debería utilizar, -para ser más fieles al ingles “digital divide” y al significado del concepto- el término “fractura” o “estratificación” digital. Esto denotaría mejor lo que se quiere expresar, es decir, la estratificación que se puede producir en el mundo o en una sociedad concreta entre los conectados y no conectados, si no se superan mediante inversiones públicas en infraestructura y ayudas a la educación.


Hay que formar a los niños y también a los adultos y hay que hacer polivalentes los recursos existentes.

Aspectos teóricos de la Brecha Digital:

Según Pippa Norris este fenómeno tiene tres vertientes:

1. Brecha global: se presenta en distintos países.
2. Brecha social: ocurre en el interior de la nación.
3. Brecha democrática: se refiere a la que existe entre la gente que participa y la que no de los asuntos públicos en línea.

Además del acceso o no a Internet, existen barreras entre los que se pueden acceder entre otras:
- Calidad del acceso (banda ancha y tiempos y costes adecuados…). Este ancho de banda, determinado por estos factores puede crecer o decrecer conforme salen nuevos avances tecnológicos.
- Dimensiones del acceso (Jan Van Digh), es decir, la motivación para acceder, el acceso material, las competencias para el acceso y el acceso para usos avanzados.

El tema de la brecha es un tema preocupante, pero no insoluble. El punto central, según algunos, consiste en educar e imponer los ordenadores en los estudios curriculares. En esto tendríamos que implicar a las empresas para que den a la educación los materiales informáticos que dejan de usar. ¿Sería suficiente esto en países donde antes hay otros temas mucho más básicos que responder?

Las estadísticas y el sentido común sugieren que esto no es tan sencillo, ambiciosos proyectos cuyo objetivo último sería conectar a Internet a todos los ciudadanos.

Se espera reducir las diferencias entre las clases sociales de los países y, en último término, la enorme distancia entre los países ricos y los pobres, lo que ya viene a llamarse la brecha digital.

Muy lejos de la realidad, tanto los tecnófilos, como tecnófobos exageran las posibilidades de Internet y las nuevas tecnologías como herramientas igualitarios o desigualitarias, los políticos caen en la autoindulgencia y olvidan hacer sus deberes.

Mientras que la mayoría sostiene que la tecnología de la información es motor de la economía de los países occidentales y puede contribuir a hacer del mundo un planeta más pequeño, una minoría más escéptica opina que el 85% de la población mundial que vive en países en desarrollo puede perder en esta moderna carrera lo poco que tiene.

Reforzar y expandir la colonización de los países del sur por parte de los del norte, ensanchar las diferencias entre ricos y pobres puede contribuir a empeorar el problema. Las corporaciones son las que actualmente se benefician y controlan la Red, en perjuicio de los individuos. El aura de libertad que vende Internet es sólo una cortina de humo tras la que se esconde el billete verde del dólar.

En ningún país del mundo todos los ciudadanos tienen acceso a Internet. Esta desigualitaria implantación es más acuciante en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo. Ambiciosos planes que se traducen en débiles iniciativas.

En la última Cumbre del Milenio, Naciones Unidas y Nueva Cork, anunció su intención de reducir a la mitad el número de pobres en los próximos 15 años propuso medidas concretas para reducir la brecha tecnológica.

La Cumbre de Okinawa acordó acelerar el programa de Países Pobres Fuertemente Endeudados (HIPC), un proyecto impulsado por el Banco Mundial que tiene por objeto reducir la deuda de los países más pobres y que avanza a paso de tortuga.

Las iniciativas parecen insuficientes para alegrar la existencia del 80% de la población mundial que vive con menos de un dólar al día y que no sabe lo que es llamar por teléfono. Y no se pueden solucionar los problemas ajenos sin solucionar antes los de la propia casa, como quieren hacer y hacen algunos países.

La presencia de esta brecha digital de escala mundial podría tener serias consecuencias sociales y ecológicas.

Se han debatido fórmulas más innovadoras para utilizar la tecnología con fines de nivelación económica y social. Programas de microfinanciación en países africanos, proyectos educativos, no sólo proporcionar equipos informáticos a los estudiantes sino también educar a los profesores, fórmulas para mejorar la comunicación y el acceso a la información médica y económica, portales destinados a los grupos de población rural, tecnologías para asegurar una utilización más eficiente y efectiva de fertilizantes y pesticidas, programas informáticos de gestión de residuos, etc.

La población más pobre no necesita computadores, sino una mejor atención sanitaria y una mayor educación, dijo Hill Gates entonces.

La mayoría del planeta no dispone de un coche y sin embargo no se habla de brecha automovilística.

Los gobiernos deben entender por tanto que Internet no es la panacea que terminará con las desigualdades sociales, 44 millones de ciudadanos son funcionalmente analfabetos y otros 50 tienen la capacidad de hablar y escribir limitada, las disquisiciones sobre la Sociedad de la Información y las autopistas de la comunicación invitan a la risa.

Las computadoras e Internet todavía no pueden hacer el trabajo de políticos.

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